Mis mellizos ya tienen un año

Pau levantado haciendo de las suyas
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Mis mellizos ya cumplieron el año. No he podido escribir mucho debido a lo liados que estuvimos con la fiesta que hicimos y porque justo después cogieron laringitis. Así que aún no hemos podido ponerles las vacunas del año al estar estos días con fiebre. Ahora ya tienen algo más de 13 meses.

1. Cómo están mis mellizos de un año

La palabra que yo pondría es: imparables. Cada día para ellos es una aventura: descubren cosas, juegan más entre ellos, encuentran nuevas diversiones, ponen a prueba sus capacidades... Pero, sobre todo, ponen a prueba la paciencia de los papis. ¿Cómo siendo tan pequeños te pueden llevar al límite de la paciencia?

Por otro lado, están preciosos. Cada vez tienen más pinta física de niños pequeñitos y se nos cae la baba cuando los miramos.

¿Caminar? Pues Pau tiene muchas ganas, se levanta y le gusta estar de pie un rato. Pero como no tiene estabilidad ninguna y gatea muy rápido (lo llamamos "velociraptor", "veloci" para los amigos), pues acaba gateando (o "troti-gateando"). En cambio Marc tiene mucha menos inquietud en cuanto a lo de caminar se refiere: aún no se incorpora solo (lo cual es una ventaja para los papis) y tiene mucho menos equilibrio dando pasitos de la mano. Pero como gatea de una forma muy extraña arrastrando el culo, quién sabe si no se cansará un día y se pondrá de pie.

2. Cómo están los papis con los mellizos de un año

Pues la palabra que describe cómo están los papis es: destrozados. El día que dormimos menos de 5 horas no somos personas y nos falta la energía necesaria para poder estar con ellos y llevar su ritmo.

Nos hemos propuesto ir a dormir no más tarde de las 23h. Pero es que a veces casi se duermen a las 22h y luego hay que recoger y dejar cosas preparadas... Y es el único rato que tienes para poder dedicarte a lo que quieres o simplemente a la vida contemplativa ya hace un año largo perdida.

Pero como siempre, es cuestión de adaptarse. ¡Lo superaremos!

3. Próximos retos

Unos de los retos o quizás deseos que tengo más en mente es que podamos comer con tranquilidad: que podamos sentarnos todos en la mesa y cada uno comer lo suyo. A ver, tranquilo no va a ser, lo sé, pero crear una rutina que haga que todo "fluya" un poco mejor que ahora.

Y como comentaba en otro artículo, otro reto es que duerman en su habitación y que los papis podamos recuperar nuestro territorio perdido y todas las incomodidades que ello conlleva. Aunque tenemos en cuenta que que duerman en su habitación quizás traiga, al principio, más incomodidades que otra cosa, porque ahora cada vez que se despiertan los tenemos muy a mano para poner remedio a sus "penas" de media noche.