sábado, 5 de julio de 2014

La faja y la cesárea


1. Qué es y para qué sirve la faja en una cesárea

En la lista de cosas a llevar al hospital aparecía la faja para la cesárea.

Cuando ya era seguro que me harían esta operación, fui a comprarla con tiempo en la farmacia, pero me dijeron que tenía que esperar para saber la talla (a ver qué barriga se me quedaba). No pensé que era un elemento importante pero pensé que podía ayudar a recuperar la figura antes colocando todo en su sitio.

Fui pues al hospital sin la faja.

El día después de la operación tuve que comprar la faja en el mismo hospital: es imposible moverse sin ella. No es por un motivo estético ni mucho menos. La barriga, la piel y sobre todo por dentro, se queda tan floja, que se necesita un poco de fuerza exterior para aguantarlo todo y poder caminar con más facilidad.

La quise comprar en la farmacia antes de ir al hospital, pero me dijeron que la comprara luego, ya que no sabía exactamente la talla en que me quedaría. La verdad que mi pareja la compró en el hospital en una tienda allí mismo.  Fue un gran acierto, ya que primero compró la talla mediana y tuvo que ir a cambiarla por la más grande.

2. Cómo poner la faja 

Los primeros días me estuve poniéndome la faja yo sola por encima de la ropa cómo más o menos me pareció. Hasta que vino una enfermera y me dijo cómo tenía que ponérmela: hay que tensarla bastante para que recoja la barriga. Y de esta forma es mucho más fácil.

3. Cuánto tiempo llevarla puesta

Supongo que esto hay que preguntarlo al ginecólogo para asegurarse el tiempo que se necesita. En mi caso, la estuve llevando durante un mes más o menos. La hubiera llevado más tiempo pero la ginecóloga me dijo que era suficiente y hacía además bastante calor. Pero aún así yo iba muy cómoda y caminaba muy bien.

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