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1. Nuestro coche
Tenemos un seat león del 2013. Justo cuando lo encargamos supimos que estábamos embarazados, pero claro, no sabíamos que eran dos y seguimos para adelante.
Cuando vimos que eran dos hablamos con la seat por la posibilidad de que nos facilitaran un cambio (esperamos que la SEAT se estirara y tuviera espíritu navideño)... Y sí, nos lo facilitaban pagando todas las penalizaciones del préstamo y toda la diferencia de un coche un poco más grande. Vamos, todos los gastos y penalizaciones que tocaban. Así que decidimos quedarnos con el coche ya que el cambio nos representaba bastantes miles de euros. Tampoco nos ha ido tan mal, al final te acabas adaptando con menos espacio.
2. Por favor, ¡que entre en el maletero!
Antes de comprar el carrito, un amigo nos dejó probar qué tal entraba en el maletero tanto el bugaboo donkey como el mclaren gemelar: mientras el bugaboo se plegaba y entraba completamente, el mclaren era mucho más complicado ya se plega en acordeón y casi casi no cabía (además que para recién nacidos no es cómodo y que no es tan fácil de llevar como el stroll-air o el bugaboo).
Lo que hicimos antes de comprar el stroll-air fue ir a la tienda dónde lo venden y comprobar que entraba en nuestro coche. En cuanto vimos que era factible, lo compramos (y mirad qué problemas nos ha dado la tienda en cuestión).
Al principio, con los capazos, era más complicado, ya que no cabían los dos en el maletero y uno de los dos lo teníamos que encajar en los asientos de atrás, entre las dos sillas de los niños. Pero una vez con las sillas, ya cabe todo perfectamente en el maletero. Eso sí, no cabe mucha cosa más.
Nuestra intención es, cuando veamos que lo necesitamos, comprar un cofre para llevar en el techo del coche. Pero de momento vamos haciendo: algo más cabe en el maletero y en los asientos de atrás (entre las sillas y en el suelo).
Si ahora mismo volviéramos al pasado y supiéramos que venían mellizos antes de comprar el coche, seguramente compraríamos uno más grande. Cuanto más grande más cómodo, pero claro, también más caro.
Y nada, a esperar que los niños crezcan y que podamos prescindir del cochecito!!!!
Al principio, con los capazos, era más complicado, ya que no cabían los dos en el maletero y uno de los dos lo teníamos que encajar en los asientos de atrás, entre las dos sillas de los niños. Pero una vez con las sillas, ya cabe todo perfectamente en el maletero. Eso sí, no cabe mucha cosa más.
3. Más opciones
Nuestra intención es, cuando veamos que lo necesitamos, comprar un cofre para llevar en el techo del coche. Pero de momento vamos haciendo: algo más cabe en el maletero y en los asientos de atrás (entre las sillas y en el suelo).
Si ahora mismo volviéramos al pasado y supiéramos que venían mellizos antes de comprar el coche, seguramente compraríamos uno más grande. Cuanto más grande más cómodo, pero claro, también más caro.
Y nada, a esperar que los niños crezcan y que podamos prescindir del cochecito!!!!
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